Correr es el deporte innato del hombre, llevamos miles de años corriendo por lo que nuestra musculatura y fisionomía se ha ido adaptando a este gesto. No obstante, correr no deja de ser uno de los deportes más lesivos y parte de la culpa la tiene el terreno por el cual pisamos y que en muchas ocasiones no se tiene en consideración.

 

A continuación os dejamos diferentes tipos de superficies para correr, con sus ventajas e inconvenientes:

 

1.- Acerados. Practica muy frecuente en las grandes ciudades donde en muchas ocasiones no hay parques cerca o es necesario recorrer una distancia considerable para llegar a alguno de ellos. Es el terreno más duro de todos por lo que el impacto que sufrirán nuestras piernas será elevado. Dentro de este grupo podemos incluir los acerados de hormigón, las pistas de cemento o los carriles bici. Recomendamos evitar todo lo posible este tipo de superficie.

 

2.- Asfalto. Superficie por donde se desarrollan la mayoría de las competiciones populares. No es fácil de apreciar pero amortigua algo más que los acerados, aunque no deja de ser una superficie bastante dura. Los corredores muy entrenados y en especial los maratonianos pueden adaptarse bien a esta superficie, pero para el resto de los mortales desaconsejamos los caminos asfaltados. Hay que tener en cuenta además que las zonas del arcen suelen tener una ligera pendiente para evacuar agua por lo que puede ocasionarnos una descompensación en la zancada.

 

3.- Tierra. Es la superficie más beneficiosa ya que aporta una buena absorción del impacto y permite un buen impulso en el despegue. Es recomendable que la tierra esté compactada y no tenga demasiadas piedras sueltas a fin de evitar lesiones como esguinces. Normalmente suelen ser caminos cerrados al tráfico y con desniveles lo que enriquece el entrenamiento.

 

4.- Césped. La vegetación genera un tejido esponjoso que amortigua a la perfección el impacto de la pisada. Dependiendo de la zonas geográfica será complicado encontrar circuitos de césped para correr.  Es recomendable para entrenos regenerativos o trotes post entreno de corta duración ya que un entreno más largo puede sobrecargar la musculatura.

 

5.- Arena de playa. A pesar de que muchas personas asocian el correr por la playa con beneficios para la salud esto no es del todo cierto. Desde el punto de vista biomecánico aporta más inconvenientes que beneficios, aumentan los riesgos de lesión por esguinces y sobrecargas ya que la superficie donde pisamos se encuentra en pendiente. Un buen trabajo en la arena de la playa sería andar y realizar ejercicios de técnica de carrera.

 

6.- Pista de atletismo. Compuesta por un material sintético (el tartán), es la superficie más rápida de todas. Podemos correr sobre ella de forma moderada para entrenos de series o fartlek que requieran un control de los ritmos y las distancias. Para velocitas y medio fondistas es su hábitat natural